Entre bellezas y tristezas

“Me da tristeza y vergüenza contarles que por torpeza yo fui a enamorarme”, se desgañitaba Rocío Dúrcal con harto sentimiento y su privilegiada voz en “El canalla”, que grabó en 1984, y hoy tomamos como ejemplo estos dos términos que usara el compositor Juan Gabriel en su obra musical para hablar de los sustantivos femeninos abstractos que se forman al agregar los sufijos “-ez” y “-eza” a ciertos adjetivos.

Muchas de estas palabras que expresan cualidad son de uso común: rico y rica derivan en riqueza; pobre, en pobreza; bello y bella, en belleza; feo y fea, en feeza (en desuso); grande, en grandeza; niño y niña, en niñez; y honrado y honrada, en honradez. Mientras que el adjetivo puede o no cambiar de género, el sustantivo es siempre femenino.

Así, hablamos de la brillantez, la limpieza, la naturaleza, la rapidez, la inmediatez, la adultez, la vejez, la calidez, la timidez, la acidez, la fortaleza, la desnudez, la certeza y la madurez.

La destreza -de diestro- es la habilidad, arte o propiedad con que se hace algo; la altivez o altiveza es lo mismo que orgullo o soberbia; la lucidez es la claridad en el razonamiento o las expresiones; y la pereza o dejadez es la negligencia, tedio o flojedad en las cosas a que estamos obligados.

Alteza deriva de altura y es la forma de dirigirse a los reyes y sus familiares en España, identificados también como realeza y nobleza, que es además la cualidad de noble: honroso, estimable y generoso.

Gentileza es urbanidad o cortesía y bajeza es un hecho vil –vileza– o acción indigna. Actuar con desfachatez es sinónimo de descaro o desvergüenza y obrar con sensatez equivale a ser prudente, cuerdo, de buen juicio.

La muchachez es el estado y propiedades de muchacho, una chochez es un dicho o hecho de alguien que chochea (tener debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad), la borrachez o embriaguez es la perturbación pasajera producida por la ingestión excesiva de alcohol y una hediondez es una cosa hedionda o un mal olor.

Si bien hay otros sufijos que transforman adjetivos en sustantivos para expresar cualidades (como “altura” y “anchura”, “amplitud” y “juventud”, “maldad” y “soledad” e “inteligencia” e “inocencia”), hoy controlaremos nuestra avidez o ansia de conocimientos y seguiremos con este tema en otro espacio.

Autor: Norma Garza

Periodista mexicana. Admiradora de los genios, las mamás, los migrantes y los visionarios. Aficionada a las risas, las palabras amables, el cine y el karaoke.